viernes, 23 de septiembre de 2022

¿Qué pasó con los Kioskos?

Música Maestro 


En venta... 
Cuando yo era niña alrededor de casa contábamos con la friolera de cuatro kioskos. En ellos estaba la prensa, revistas, loterías, helados, tabaco, cromos, "Chucherías"... eran un paraíso. 

Con el paso del tiempo Los kioskos han ido desapareciendo, al menos por mi zona, con la  llegada de la globalización tecnológica y la supermegapeatonalización del centro de Valencia, no da para mantener un kiosko, eso si, está lleno de tiendas de carcasas y souvenirs de esos "horteras" (para mi claro).

Por otro lado han creado esos kioskos franquicia que son todos iguales, verdes y con algo de prensa, algunos venden cromos, otros no, por cierto hago un inciso:

"¿sabéis que los cromos están a 1€ el paquete? 🙈  casi me da un paro cardíaco el otro día, a parte de que para encontrar un kiosko con cromos me costó Dios y ayuda, cuando por fin lo encuentro me suelta que valen 1€ 8 cromitos!!! ¿es que nadie regula los precios de mercado? es un abuso que te cobren 100 pesetas por una piruleta de corazón y 166 pesetas por 8 cromos! ¡¡por dios!!!! (si ya se que no debería pensar en pesetas... pero tengo amor por la rubia, que el vamos a hacer, vivamos tan bien con ella...) que antes también consumíamos y estaban a un precio normal 5 pesetas una piruleta y 20 pesetas el paquete de cromos! no se a donde vamos a parar es desquiciante, no es que vivamos por encima de nuestras posibilidades, es que viven en los mundos de yupi por encima de nuestras posibilidades y encima se jactan de nosotros." Ale, ya me he quedado a gusto. 

A lo que iba que me parece una pena que ya no exista la idiosincrasia de cada lugar, que cada vez esté todo más globalizado y en la red, me da pena que estén desapareciendo los kioskos de toda la vida, con su olor peculiar, con ello se pierden trabajos, no solo del kiosker@, el repartidor, la imprenta,... en fin,  que me siento muy afortunada de haber nacido en el siglo XX y vivir lo vivido porque era más humano, más próximo, con empleos más cercanos y más diverso, ahora somos un rebaño teledirigido y que va dar igual donde vivas porque todo será igual y al final va a estar todo en Internet. Una pena. Ya nos daremos cuenta de que tanta tecnología no nos lleva a buen puerto. 

No sé si sabéis que está habiendo grandes problemas con el papel y desapareciendo imprentas... como ahora es todo on-line... pues nada una forma más de controlarnos, hasta los diarios serán en las libretas esas nuevas on-line para leer hasta nuestras intimidades más intimas... 

Yo espero disfrutar lo que me quede de vida de una buena libreta analógica. 

Bueno me voy a disfrutar del fin de semana todo lo que pueda. 

Recordad :* & :D

B.





viernes, 2 de septiembre de 2022

Un aroma que me persigue...


 


Música Maestro

Viví toda mi vida sobre una panadería, Horno San Antonio, cada vez que bajaba o subía a casa para ir al colegio  y luego al instituto o a trabajar, el ascensor, la escalera y todo el portal olía a bollería, ese olor a chocolate llegaba hasta mi sistema límbico y allí se ha quedado almacenado como recuerdo.

El Horno San Antonio ha sido de los mejores que ha tenido Valencia,  lo llevaba Guillermo Miralles y su mujer Luz Divina, unos seres peculiares, el siempre estaba en la zona del horno y luego con sus otros negocios, ella siempre estaba perfecta desde primera hora de la mañana, su pelo rubio cardado a lo Dolly Parton y bien puesto su maquillaje, ojos con sombra azul, sus labios rojos, trabajadora como la que más, junto con ellas las otras dependientas, Victoria y Mari... recuerdo perfectamente que al entrar a mano derecha tenia un artilugio de metal con cestas de cristal donde estaban los caramelos y a la izquierda una nevera para las tartas y la maquina cortadora del pan de molde, en frente todo tipo de bollería, pan y pastelitos. Yo adoraba los susús de crema, los croissants, los donuts de chocolate pero sobre todo, las ensaimadas... mmm que ensaimadas cuanto "polvo" llevaban (así llamaba yo de pequeña al azúcar glas). Por favor una ensaimada con mucho polvo y Ludi me decía: de esas tan viejas no tengo! jajaja de niña adoraba los panecillos de leche con Lingotin que nos ponía mi madre, o los brioche con mantequilla y mermelada, que ricura. 

Con el tiempo y formando mi propia familia me mudé a un pueblecito de Valencia, pero el olor del horno no me abandonó, me persigue, vivimos cerca de un supermercado y todas las mañanas cuando paseo a mis perros, preparan el pan y las bandejas de bollería del día y desprende ese olor de mi niñez... puede ser que sea una chorrada pero para mi es muy bonito que mi vida tenga olor a panadería!

Y a ti, ¿Te persigue algún olor?

Besos y sonrisas :* :D

B.