Mucho se habla últimamente de la Libertad, cuando la realidad es que la única
libertad que poseemos en este siglo es: la libertad de DECISIÓN, cosa que no
gusta mucho, cuando tenemos que tomar decisiones nos cuesta un mundo.
El otro día vi por las redes una imagen que me impactó, no se de quién es la
autoría pero refleja el tipo de esclavitud, que para mi, existe hoy en
día.
Pensamos que ser esclavos es cosa del pasado o de países tercermundistas y
para nada, hoy en día somos esclavos de nuestros smartphones,(o a caso si un
día no tienes tú teléfono controlado no entras en pánico?) y mediante ellos
nos controlan, lo saben todo de nosotros, donde estamos, con quién hablamos,
que buscamos por Internet... miles de datos que luego venden a suculentas
empresas para manipularnos, y nos creemos libres o luchamos por una libertad
que regalamos a las redes sociales y vete tu a saber a quién más, en cuanto
nos abrimos una cuenta en ellas, o nos descargamos una app, vendiendo así
nuestra alma al diablo, y no nos importa nada.
Sé que solo seré libre cuando deje de lado toda la tecnología, cuando no use
un móvil o un ordenador, y sobre todo cuando deje las redes sociales, pero yo en estos momentos he decidido no ser libre,
más adelante no sé que decidiré, a lo mejor me retiro de todo en una casa en
una isla perdida, no lo sé, ya lo decidiré.
Yo solo sé que cada vez le estoy cogiendo más manía al teléfono y que me
horroriza ver como se está perdiendo la comunicación entre nosotros por su
culpa, a la vez que se amplia por otro lado.
Me refiero al hecho de que a la vez que gracias a ellos ampliamos nuestra vida
virtual, podemos mantener contacto con amigos y familia y hacer nuevos amigos,
perdemos vida real, estamos al lado de nuestra familia y amigos y nos molestan
o no les hacemos caso cuando nos hablan, porque estamos con nuestros "tesoros"
(léase como Gollum en el Señor de los anillos), y nos molesta que nos
interrumpan.
Tal y como muestra la imagen estamos absortos por ese aparato, cada uno en su mundo, aún estando los unos al lado de los otros, manteniendo el contacto sin mantenerlo. Es
muy triste. No me digáis que no sois esclavos de esa máquina , que podéis
vivir sin ella más de 2 días o una semana, ¿Podéis? Sed sinceros con vosotros
mismos, sabéis que no, estamos sometidos a la vida virtual, a la mensajería
inmediata, a todo lo que nos proporciona, y sabemos que somos esclavos de ella. Bienvenidos a la esclavitud del Siglo XXI.
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