miércoles, 13 de noviembre de 2024

La leyenda del diente de león

 

Música Maestro

© beypunto


El otro día en casa, sumergida en mi mundo y divagando entre mis pensamientos sobre lo ocurrido en mi tierra con el Dana, pensaba en esa falta de ilusión que se siente en el ambiente, la  tristeza, la indignación, la pérdida… y de pronto me sorprendió ver este diente de león. Estaba ahí en un momento que no es el suyo ( son más propios de la primavera que del otoño) recordé que simboliza entre otras cosas la supervivencia, Justo lo que estamos viviendo en Valencia estos días. 



He estado buscando leyendas sobre esta flor y esta que te cuento es la que más me ha gustado para este momento:


"Cuenta la fábula que los ángeles de la naturaleza se reunieron un día para que cada uno decidiera qué elemento era al que querían representar. En ese universo de los bosques, praderas y las montañas, cada cual debía revelar cuál era su ser favorito y por qué. Muchos tenían ya clara su respuesta. Algunos eligieron los ríos, los lagos o los arroyos, otro por algún tipo de árbol

Muchos optaron por elegir algún tipo de árbol: álamos, chopos, encinas, olmos, pinos... Abundaban los ángeles de las rocas, los que designaron como su elemento favorito a la obsidiana, el cuarzo, la diorita, la milonita, etc. Así, y como era de esperar, muchos de estos seres mágicos eligieron innumerables flores para ser sus protectoras, representarlas y cuidarlas.

Sin embargo, entre toda esa congregación de ángeles de la naturaleza hubo uno que era conocido por su indecisión. No sabía qué elemento elegir y, aunque tenía claro que su predilección eran las flores, no sabía por cuál optar. Así que decidió hablar con todas ellas…

En el reino de las flores la mayoría de ellas son petulantes. Todas excepto una. Nuestro ángel indeciso estuvo casi una semana dialogando con cada una. El tulipán, por ejemplo, le contó que su deseo era vivir en los jardines de los castillos para que príncipes y princesas admiraran su belleza.

Cuando habló con las rosas obtuvo un comentario semejante, se enorgullecían de su fragancia y ansiaban estar en las tierras más refinadas para conquistar con su fragancia a las personas más selectas. Azucenas, dalias, peonias, hortensias y lirios… La mayoría de las flores resultaron ser egoístas y engreídas; ninguna lograba cautivar al ángel de la naturaleza.

© beypunto
Hasta que, en un momento dado, sentado en una roca, descubrió una flor amarilla discreta, sencilla, pero de tono optimista. Cuando empezó a hablar con ella descubrió a una criatura sencilla que no deseaba vivir en otro lugar más que donde el viento la llevara. Amaba la tierra, el cielo, la lluvia y cada elemento de la naturaleza. No pedía más…

El ángel no dudó en reunirse junto a sus compañeros para anunciar su elección: el diente de león. Cabe señalar que el resto de compañeros no entendieron por qué había elegido una flor tan discreta, sencilla y vulgar. Él no dudó en defenderla. El proceso de transformación del diente de león simboliza el sol, la luna y las estrellas.

Esta planta fascinante nace siendo una bola de fibras amarillas, muy semejante al astro que nos da la vida. Más tarde, adquiere una forma redonda, esponjosa y de color plateado, como la Luna en las noches de verano. Seguidamente, para esparcir sus semillas, se separa y recorre grandes distancias, como pequeñísimas estrellas fugaces llevadas por el viento.

Todos quedaron cautivados por ese razonamiento. Y tal fue el cariño que el ángel desarrolló por su querida flor, que le otorgó un poder, una facultad muy especial. Cada vez que los niños soplaran sus semillas, uno de sus deseos se haría realidad. Desde entonces, tal y como cuenta la leyenda del diente de león, todos crecemos soplando a esta planta esperando que nuestros sueños se cumplan."

© beypunto


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