música maestro
El ser humano se ha proclamado a sí mismo como “el rey de la creación”, pero su reinado está marcado por la contradicción. Admiramos la nobleza de los animales y al mismo tiempo los explotamos, los maltratamos y los reducimos a simples objetos de consumo o entretenimiento. Esa doble moral revela una verdad incómoda para mí:
vivimos en una hipocresía constante, donde la sensibilidad se predica, pero rara vez se practica.
La crueldad hacia los animales no es un hecho aislado. Es un síntoma de algo mucho más profundo: una deshumanización progresiva. Cuando el hombre normaliza el dolor ajeno, cuando es capaz de mirar los ojos de un ser vivo y no ver más que “carne”, “propiedad” o “recurso”, también va perdiendo su propia esencia. Se convierte en un ser desnaturalizado, incapaz de reconocer la vida como un valor en sí mismo.
Y últimamente vivo triste, me invade la tristeza y la rabia de ver esa deshumanización, además de una desnaturalización que no se queda fuera: se proyecta hacia dentro. El mismo individuo que se habitúa a la violencia contra lo vulnerable, inevitablemente se vuelve violento consigo mismo. La psicopatía social que cultivamos a diario —ya sea consumiendo sin pensar, destruyendo el entorno o justificando actos de crueldad y violencia— refleja un vacío existencial. Hemos llegado a un punto en el que el ser humano es capaz de justificar lo injustificable, y con ello va desdibujando su humanidad. En esto da vueltas mi mente durante estos meses, estos años...
La verdadera pregunta es: ¿Cómo pretendemos construir un mundo de paz si aceptamos la violencia como normalidad? La hipocresía no solo nos aleja de los animales, sino también de nosotros mismos. El resultado es un ser humano mutilado de su empatía, un depredador de todo lo que le rodea, y, en última instancia, un psicópata social que camina hacia su propia autodestrucción.
La cuestión es cómo empezar a reconciliarse con lo que nos pasa, con lo que vemos, con esa violencia diaria... en las personas, en las subidas de lo básico, en los políticos, que lejos de protegernos nos cambian por el poder y el dinero... ¿Cómo empezar?
:* & :)
B.










